“Caballos en lucha, en caminos pedregosos, en busca de acuerdos”

Observando la fotografía de los dos caballos luchando por conseguir someter al contrario (“Rapa das Bestas” de Sabucedo), buscando conseguir el control sobre la manada, ser el macho alfa; me vienen a la mente los conflictos que surgen en la segunda fase de la constitución de Equipos en las empresas u organizaciones en general. En esta fase llamada “Tormenta o Conflicto”, se crea una gran incertidumbre y desánimo (caída brusca de la motivación), con un clima enrarecido y niveles muy tóxicos que dificultan el desempeño del Equipo (baja producción). A su vez, se compite por el “Poder” y por la “Atención”.
La Neurociencia lo explica con sumo detalle, nuestro cerebro está formado por tres estructuras cerebrales interconectadas entre sí, que dan lugar a los tres cerebros: reptiliano, emocional o límbico y racional. El primero es el más antiguo y primitivo (propio de los reptiles y relacionado con la supervivencia). El emocional o límbico (apareció con los mamíferos) y es donde me quiero detener, en él existe la amígdala, encargada de gestionar las emociones; en situaciones conflictivas, lucha de poder o de los egos, se produce lo que se llama el “secuestro de la amígdala”, lo que imposibilita que fluya la información (se estanca o se entra en bucle) al cerebro racional o neocórtex, el más evolucionado, donde se toman decisiones lógicas y razonadas. Cuando la amígdala toma el control, la emoción en la que nos encontramos nos domina y toma voz por nosotros. ¿Qué necesitamos, para revertir la situación?, “tiempo” para calmarnos.
En esta situación es aconsejable emplear la “Escucha activa” entre las partes en conflicto; cuando uno se siente escuchado (existe la capacidad de concentrarse en lo que la otra persona está diciendo u omitiendo) por consiguiente, su nivel emocional va reduciéndose progresivamente, hasta conseguir liberar la amígdala y posibilitar hacer uso del cerebro racional, permitiendo una verdadera comunicación entre ambos. Para finalizar este apartado, me remito a la lucha encarnizada en la que están envueltos los caballos (con posibilidad incluso de que fallezca uno durante la lucha), situación muy distinta a la del ser humano ya que éste sí dispone de recursos para superar dicho trance.
Más del 90% de las llamadas para actuar en la formación de los Equipos, se dan en la fase de “Conflicto” (Tormenta) como uno se puede imaginar. Sin embargo, en las fases “1_Creación” (Formación), “3_Vertebración” (Normalización) y “4_Alto Rendimiento” (Performing), también hay oportunidades para realizar pequeñas acciones que vayan en pro del mantenimiento del Sistema, es decir, chequear “dónde y cómo estamos como Equipo”. Debemos tener en cuenta que cada vez que entra o sale algún miembro del Equipo, se forma un nuevo Equipo y hay que estar atento a las señales del “Sistema”.
Una vez alcanzada la última fase (Alto Rendimiento), se consigue: “Ilusión por participar en las actividades del Equipo”, “Orgullo de pertenencia al Equipo”, “Se comparte el Liderazgo”. Señalar, sobre todo, que se mejora la “Comunicación” fundamental para que se produzca la “Plena Confianza individual y en el Equipo” la “Cooperación” y finalmente la “Contribución”.
El COACHING DE EQUIPOS utilizando entre otras, la Metodología 4C “TEAM BUILDING”aplicando DISC (Directo, Influyente, Seguro, Cumplidor) contempla durante su proceso dichas variables (Comunicación – Confianza – Cooperación – Contribución) y poder conseguir Equipos de Alto Rendimiento.
El TEAM BUILDING puede servir entre otras razones para Cohesionar Equipos, Establecer Objetivos, Mejorar el Clima Laboral, Abordar el Conflicto de forma inteligente, Definir Roles, Aclarar Expectativas a nivel Individual y de Equipo.
DISC es la mejor forma de saber ¿Por qué la gente hace lo que hace? ¿Por qué dicen lo que dicen? ¿Cuáles son sus necesidades cuando se comunican? y ¿Cómo podemos identificarlas? para proseguir en el desarrollo y evolución del Equipo.
¡Hasta pronto!